Ni aún siquiera tiene alma para ser olvido.
Ni aún siquiera tiene corazón para ser querido.
Ni aún siquiera tiene razón para ser amigo.
Fue tanto el dolor infligido que pronto, pronto, muy pronto jamás en mi habrá existido.
Ya está aquí, ya llegó abril. Y también el refranero fácil. Ya llegó el horario de verano y casi la primavera y el calor. Qué alegría, mar...