Fué un puñal de conciencia maldita, de razón.
Ahí noté que moría, que moría para siempre,
que fué un error,
que es un arrepentimiento total,
y que será un olvido absoluto.
Ahí, ahí no morí yo, murió ella en mi.
Si esta carta llega a ti, es porque la noche ha querido recordarte. Yo ya no puedo. Solo apareces en la oscuridad, cuando el mundo se calla ...