Hay solución. Hay «emoción».
Hay química sin corazón.
Hay un par que laten al son.
Hay una razón, un muro que lo impide.
Un deseo, un pasado, un presente sin ausentes,
un tú y un yo.
Un horizonte, una flor entre un millón.
Una esperanza, una silla en el salón ausente.
Un poeta errante, radiante disfrazado de amante.
Un amante fracasado por un instante.
Una segunda vida ilusionante con amor,
tiempo y distancia impresionante.
Ahí, ahí te espero: AMOR.