Ni aún siquiera tiene alma para ser olvido.
Ni aún siquiera tiene corazón para ser querido.
Ni aún siquiera tiene razón para ser amigo.
Fue tanto el dolor infligido que pronto, pronto, muy pronto jamás en mi habrá existido.
Si esta carta llega a ti, es porque la noche ha querido recordarte. Yo ya no puedo. Solo apareces en la oscuridad, cuando el mundo se calla ...