Esa atención, esa sonrisa y esa mirada.
Esa vida alegre, emocional y discreta.
Esa lectura de poesía y vida.
Esa llamada de alegría.
Seguro que me entiendes.
Seguro que lo sabes.
Seguro que te echo de menos.
Seguro, seguro.
Él la observaba desde lejos, desde esa distancia infinita de amistades muertas, como quien admira a la diosa Calypso, suspendiendo el tiem...
Esa atención, esa sonrisa y esa mirada.
Esa vida alegre, emocional y discreta.
Esa lectura de poesía y vida.
Esa llamada de alegría.
Seguro que me entiendes.
Seguro que lo sabes.
Seguro que te echo de menos.
Seguro, seguro.
Pensé que no existías.
En algún lugar, sin que existan tiempos, ni existan las medidas.
Pensé que no era posible verte jamás en mi vida.
Apareció la música de tu mirada divina, esa sonrisa, ese aire de alegría y vida.
Intesa, suspicaz, capaz de oírse y sentirse sin querer, sin mirar.
Luz brillante, tierna y poesía.
Intangible sonrisa, mirada inteligente, flaqueza la mía.
Nunca es un absurdo observar la armonía, la música de tu caminar....
Aún el tiempo es herida.
Aún el tiempo es esperanza viva.
Aún con el tiempo que ha pasado me sangra la vida.
Aún no es tiempo para cerrar heridas.
Lleno de cicatrices, de dolores y arrastrando harapos de alma y vida.
Aún estamos a tiempo, pues aún tenemos vida.
Sé perdonar, sé medir daños y alegrías.
Por eso te quiero, te quiero fuera de mi mientras viva.
Como se arranca el hierro de una herida
su amor de las entrañas me arranqué,
la voluntad su imagen arrojó,
viene a mi mente su visión tenaz...
¡aunque sentí al hacerlo que la vida
me arrancaba con él!
Del altar que le alcé en el alma mía
y la luz de la fe que en ella ardía
ante el ara desierta se apagó.
Aun para combatir mi firme empeño
¡Cuándo podré dormir con ese sueño
en que acaba el soñar!!
¿Quién muere?, Pablo Neruda
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones destrozados.
Muere lentamente quien no gira el volante cuando esta infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos…
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡No te impidas ser feliz!
Yo no se olvidar como ella olvida.
Yo no se no querer...aunque sangren mis heridas.
Yo no se no llorar si no puedo olvidar.
Yo no puedo dejar de querer.
Yo sólo quiero salir de este pellejo, este harapo de carne viva.
Yo sólo quiero irme, olvidar y no lo puedo evitar.
Yo sólo quiero escapar a la vida, a la tortura de querer y no poder olvidar.
Yo no quiero...
Duerme sirena del sentir.
Duerme libre de sensibilidad y flores. Duerme y ronca, cuál ingnoratriz del amor verdadero.
Duerme bicha del olvido y roca sin forma. Aquellas colinas del horizonte te esperan.
Esperan sentado funesto pasado que harán crecer las flores en el desierto de tu sin razón.